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XVI
ESPIRITU DE PROVOCACION SEXUAL EN LAS MUJERES DE SION.
El espíritu de provocación sexual, se manifiesta de diferentes formas en hombres y mujeres, en la mirada, en el andar, en el vestir, el hablar, el saludar etc.
En la mujer es especialmente notorio por tener más formas sexuales manifiestas, aún con ropas que causan una impresión fuerte al ser expuestas o resaltarlas, natural o artificialmente.
Este espíritu es invitador al seguimiento, es un espíritu juguetón, en busca de la satisfacción sexual. Para las personas desconocedoras de las sagradas escrituras y aún de muchos cristianos, pasa desapercibido, interpretándolo como arreglo, elegancia, coquetería, no teniendo para ellos ninguna trascendencia.
En el mundo espiritual, una mirada, un guiño de ojos, lleva al pecado físico. Unos ojos insinuadores o aceptadores hablan o significan suficiente para el espíritu maligno dentro de la persona que los ve. Los escotes, ropas transparentes, vestidos abiertos, trapos cortos, lencería mínima dibujada en el cuerpo de la mujer que transparentan con nitidez sus partes sexuales, excesivo maquillaje y uso de atavíos sin medida, son provocaciones suficientes, a las miradas de los demás. Siempre llamará la atención, al hombre recto y al impío. A diferencia del hombre íntegro, sus ojos espirituales no dejarán entrar ningún pensamiento a su mente. En el impío, el espíritu de provocación sexual, entrará inmediatamente, se imagina formas, colores, tamaños, movimientos y pasa a formar parte de los otros espíritus, para trabajar en equipo.
De esto hay dos consecuencias: 1.- abstractas: deseos, perturbaciones, fantasías, ilusiones, masturbaciones, adulterios mentales, planes malignos en el corazón de la otra persona, etc. Para lograr el fin sexual en su mente reprobada. 2.- Físicas: acosos, abusos, violaciones, chantajes, muertes.
Cumplida la misión del espíritu de provocación sexual, los otros espíritus, inician o continúan su trabajo, es como una carrera de relevos, el primer corredor le da la estafeta al segundo, éste al tercero. Hasta finalizar la carrera.
Cuando el espíritu de lujuria ya está constituido en el ser humano con toda sus legiones, está listo para causar el daño más grave en la persona provocadora, con tal fin de satisfacer su propósito, sea en niño, niña, varoncito, mujercita, joven, señorita, varón, mujer, anciano o anciana.
Este espíritu por su manifestación notoria en la mujer, se le atribuye sólo a ella, pero está en los hombres y las varonas lo captan fácilmente.
Jehová hace juicio a las mujeres de Sion por dejar entrar en sus cuerpos este espíritu: “Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas.” Isaías: 3: 16-17 Otras versiones dicen: “A las mujeres de Sion, que son orgullosas, que andan con la cabeza levantada, mirando con insolencia, caminando con pasitos cortos y haciendo sonarlo adornos de los pies,…” “Dice el señor: porque se envanecen las mujeres de Sion, andan con el cuello estirado provocando con la mirada, caminan con pasos cortos haciendo sonar las pulseras de los pies…”
En las versiones citadas la clave del pecado es la mirada y el movimiento voluptuoso de sus cuerpos. Por esa razón el señor a través de su profeta Isaías predice juicio sobre ellas. La vestimenta y los atavíos son parte del realce al espíritu de provocación sexual, la mujer que ve o se siente normal el andar vestida de forma provocativa, es porque tiene un espíritu de provocación que así se lo hace creer y no le importan las miradas o los juicios de los demás, ni siquiera el juicio de Dios. Así sucede en las playas, eventos sociales, en los concursos de bellezas, donde las mujeres quieren mostrar más, y le piden a Dios lucir bien ese día o esa noche o ganar. Dicen que creen en Dios, pero desgraciadamente no conocen ni su palabra ni su voluntad, menos a él.
En el tiempo del profeta Isaías, una mujer sola o viuda era causa de vergüenza o lástima y los demás debían ayudarla. De ahí la importancia de un esposo para sentirse respaldada.
Los varones están condenados a morir a filo de espada por el pecado de las provocadoras, sigue la profecía sobre las hijas de Sion: “Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.” Isaías 4:1
Esta cita bíblica el hombre de la calle la ha confundido ayudado por Satanás o Satanás la ha confundido ayudado por el hombre, diciendo que tiene derecho a siete mujeres, pero no es ese el sentido de la cita. Es simplemente el préstamo del nombre para no ser solas, no va a existir obligación del marido para ellas.
Este espíritu está en todas las edades. Por eso no se debe dejar sentar a niños y niñas en las piernas de amigos de la familia o parientes. Quizá no haya una intención en la persona en ese momento, pero los espíritus que anda, al juntarse con los de los niños o niñas producirán la reacción sexual de excitación probablemente involuntaria, porque los espíritus perciben entre ellos mismos la provocación.
Esa es la causa por la que muchos padres, experimentan contra su voluntad una erección cuando sientan en sus piernas a sus hijos o hijas. Cuando abrazan a sus hijas y sienten el roce de sus senos o al abrazar los hijos a sus madres.
Existe en esas personas un espíritu de provocación sexual, aunque no se quiera, allí anda, paseándose por el cuerpo. Mientras no se desaloje morará con la persona, la mente humana no lo puede controlar. Usted, lector en este momento sabe de qué le estoy hablando, porque usted ha experimentado esa sensación contra su voluntad.
Para poder sentar a sus hijos, abrazarlos, besarlos es necesario estar limpios. Por mucho respeto entre la familia, valores morales, cristianos cultivados, recordemos que en el ser humano existe maldición desde la formación y dependiendo de la vida llevada, los espíritus han entrado. La santidad de Dios, después de la liberación es la respuesta a una vida santa, sin inmundicia dentro del templo de Dios. “El que guiña el ojo acarrea tristeza…” Proverbios 10:10
En las iglesias se presentará este espíritu. Disimula bien. Es sutil, servicial, elegante, atractivo, engaña con facilidad por su aparente ingenuidad, su mirada está grabando, aparenta interés por las almas. Está en todos los lugares públicos, pero menos encubierto, porque tiene más libertad de mostrarse sin preocupación de ser descubierto. También se le puede nombrar espíritu de seducción.
¿Cuántas veces has guiñado tus ojos para una conquista? ¿Cuántas veces te has vestido “sexy” para galantear? ¿Cuántas veces tus áreas íntimas fueron mostradas a los demás, de manera disimulada en tus ropas? ¿Cuántas veces el lenguaje de tu cuerpo al caminar con lencería mínima o pequeña o mostrando algo de tu cuerpo invita al que te ve a imaginar y desear poseerte o masturbarse? ¿Sabes cuantas veces has estado en la masturbación de un hombre? ¿Cuántas veces tu mirada ha dicho más que tu cuerpo? Sabes de lo que hablo. Esto es abominación a Jehová. Decide en este momento. En muestra de obediencia a Dios, quema la ropa que deja al descubierto tu cuerpo y la lencería con que te sentías a gusto. Muéstrale a Dios tu amor por el sacrificio de su hijo Jesús. No regales esa ropa, es anatema.
Pero sobre todo nunca más desnudez tu corazón, con una mirada. La profecía de Isaías contra las mujeres de Sion se cumplió. El pueblo no se volvió a Dios. Como Dios ruega y tiene paciencia no obedecen. Hasta que cansado de esperar, su ira cae sobre los perversos.
“Violaron a las mujeres en Sion, A las vírgenes en las ciudades de Judá.” Lamentaciones 5:11
El profeta Jeremías se lamenta de la asolación de las ciudades. Muchas veces se burlaban también de él y lo maltrataron. Mientras, él rogaba por el pueblo. Dios lo escogió limpio, sólo para él, por su santidad especial, le ordenó mantenerse sin mujer. Jeremías cumplió. Hoy para gloria y honra de Jesucristo, a pesar de que es un Santo, Dios lo ha puesto como mi ángel de la guarda. Siempre está conmigo cumpliendo el propósito de Jehová de los ejércitos. Para mí, no sé con precisión, cual es en el futuro cercano aquí en esta tierra, en la que soy un peregrino junto con mi bella esposa Ana María, un tesoro que Dios me dio para que se lo cuide, mientras nos arrebata.
por favor envieme el libro el espiritu inmundo de lujuria.morinmanuel@yahoo.com yo le enviare en cuanto pueda una ofrenda. Dios le bendiga
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