ANGELES CAIDOS, MINISTRADORES A FAVOR DE BRUJOS Y BRUJAS. CAPITULO XX DEL LIBRO BRUJERIA AL DESCUBIERTO EN LA IGLESIA

Por una ofrenda de $20 dólares puedes obtener el libro completo. Si no tienes como ofrendar se te enviará de gracia. Puedes depositar a través de Payoneer o Wester Union y Se te enviará inmediatamente a tu correo. Tu ofrenda será de bendición a nuestro ministerio. Escribe a daniloaguido@gmail.com

CAPITULO XX

ANGELES CAIDOS, MINISTRADORES A FAVOR DE BRUJOS Y BRUJAS.

       Dios permitió que conocieramos y contaramos esta historia porque a Dios no le gusta nada oculto de sus hijos cuando son luz en las tinieblas. El testimonio de los hijos de Dios debe conocerse para dar gloria y honra debida a Dios, para que mire el pueblo de donde su mano poderosa nos sacó.  Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas.  Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.  Me asaltaron en el día de mi quebranto, mas Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí. Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.  Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. Salmo 18: 16-21
     Mi esposa y yo conocimos el caso de un Ministro Cristiano, a quien su esposa, le hizo brujería desde que se casaron en la adolescencia. Al llegar a Cristo dejó la brujería por un tiempo, pero Satanás tenía derecho legal sobre ella, que siempre ocultó esa práctica pasada y lo ejerció en determinado momento, siendo ella su esposa. 

     El testimonio de todo pastor de Iglesia o lider de Iglesia debe salir a luz para edificar y no estar oculto o pasarlo sólo por encima como si se tuviese miedo de ser descubierto, Dios sabe nuestro testimonio, nosotros también, Satanás y sus demonios también.  Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.  Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Mateo: 10: 26-28
     ¿Conoces tu verdaderamente  el testimonio de tu pastor? Cuando el pastor oculta cosas del pasado y del presente que está viviendo por aparentar ante la congregación, tarde o temprano los demonios ejercerán su derecho sobre él y su congregación. El pastor será atacado para dispersar las ovejas y la sangre de las ovejas recaerá sobre el pastor, el enemigo se aprovecha de la debilidad y del temor del pastor que su congregación conozca su testimonio pasado y presente.
     A quien debemos temer es a Dios y no a las ovejas que se pastorean y son de Dios, porque para él,  las cuidamos. A veces queremos adueñarnos de las ovejas ajenas, no olvidemos las ovejas las pastoreamos, pero son del Altísimo, Jehová de los Ejércitos. "... porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?  Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?  ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.  Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
     Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.  Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.  Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
     Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.  Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.  Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,  la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
     Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.  Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.  ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
     Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.  Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.  Primera de Corintios 3: 3-18
        Ella abrió puertas espirituales, de aburrimiento, cansancio, resentimiento a la obra del Señor, entró en ella lujuria, adulterio y espíritu de destrucción contra la iglesia y su esposo. El espíritu de brujería entró más fortalecido en ella. De esta forma empezó a tratar de destruir la obra Cristiana a la que su esposo se dedicaba con amor y que con la ayuda de Dios había crecido.

     Cuando el siervo de Dios, vino a nosotros a Consejería Espiritual, el Señor le reveló muchas cosas ocultas. Así pudo entender completamente el comportamiento de su esposa, su idolatría por ella, el porqué lloraba como niño indefenso cuando ella no se le sujetaba.   La esposa invocó a los ángeles caídos que ministraron en su favor, entonces Uziel, ángel caído, se le apareció al ministro de Dios, diciéndole:

     - Soy Uziel, ángel de Dios, tu esposa tiene la razón.

     Fue suficiente para terminar la lucha y sufrimiento, la falta de discernimiento, por la turbación de su alma, al pensar que Dios le habló a través de un ángel, le disipó el conflicto que andaba. Entró en él, Satanás, menospreciando la profecía y revelaciones de varios profetas.

     Ante nuestra tristeza, Dios nos reveló que ángeles caídos le estaban hablando a su hijo desobediente, si se le podía llamar hijo en ese momento a alguien que oye y obedece la voz de Satanás, cuando el mismo Dios le habló directamente a través de mi esposa, previniéndole del mal.

     Hay algo que él, no sabía, y Dios me reveló: a los profetas, Jehová les habla directamente, no necesita ángeles para comunicarles algo. El señor lo usaba en profecía, muchas de ellas fueron sobre nosotros y todas se cumplieron. En ese momento Dios le quitó la cobertura, por desobediente como el rey Saúl.

     Así como los ángeles son espíritus ministradores a favor de nosotros. “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”Hebreos: 1: 13-14, los demonios ministran a favor de los hijos de Satanás. Más en estos casos de engaño a grandes siervos de Dios. Oramos siempre por ese hermano que anda en este momento con el entendimiento entenebrecido.

     Los cristianos piensan porque Dios nos usa de una manera u otra, ya somos salvos, pero no es así tenemos que cuidarnos día a día, aspirar y caminar en ese camino de perfección que no es fácil. La perfección significa santidad y obediencia, de nada sirve el sacrificio sin obediencia. Dios mira con agrado la obediencia y así se lo hizo saber el profeta Samuel al rey Saúl. No debemos olvidar la sentencia de nuestro Señor Jesucristo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Mateo: 7:22-23
     Hay iglesias en crecimiento y donde se mueve el poder de Dios, a pesar que los pastores no anden en obediencia y santidad, Dios nos revelaba que sucede esto, por su gran amor al que llega buscando de Él, pero eso no significa que no juzgará a esos siervos algún día, y para salvación deberán pasar tribulaciones más fuertes para que se puedan arrepentir y poder llevárselos.  Dios dice que en estos casos son los ángeles los que ministran directamente, para que a las ovejas  que Dios tiene escogidas no le sean impuestas manos sucias 

     Padre celestial te pido perdón por haber dudado de tu poder, de la profecía que el Espíritu Santo pone en tus siervos, por haber blasfemado, te pido perdón por haberme faltado valor para confesar mi situación ante la congregación,  por haberme robado el testimonio de lo que hicistes en mí, me arrepiento Señor y te pido que me ayudes a levantarme en santidad y obediencia. Amén