CRUZ Y CALAVERAS EN RITUALES DE BRUJERÍA. CAPITULO XXVI DEL LIBRO BRUJERIA AL DESCUBIERTO EN LA IGLESIA.-

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CAPITULO XXVI

CRUZ Y CALAVERAS EN RITUALES DE BRUJERÍA.

     El espíritu de odio en las personas se desarrolla al grado de querer la muerte de la persona o personas odiadas. En los rituales de brujería para buscar la muerte de una persona, se encienden velas, haciendo rituales con la cruz y calaveras de animales y personas mencionando el nombre de la persona y confesando su muerte repetidas veces en varios rituales, días, meses, años y la persona muere. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios18:21.

     La palabra tiene poder en el mundo espiritual, en el mundo de la brujería es utilizada sabiendo su eficacia, dictando decretos de muerte y maldad sobre las personas. Usan una cruz y calaveras, ante velas encendidas manifestando en gran voz la muerte de la persona, conjurando con espíritus de muerte, confesando durante todo el rito, la muerte de la persona. El mundo de las tinieblas se activa en estas invocaciones del espíritu más poderoso de todos. Se asigna a la persona un espíritu de muerte que anda custodiando a la víctima de brujería, esperando la oportunidad física o humana para causar su muerte.

     La cruz es un objeto de maldición, Jesús murió en maldición. No se debe andar un símbolo de muerte en nuestro cuello, en el vehículo, en las ropas, tener cruces en los hogares, menos con velas encendidas. Donde se hace esto, iglesias, casas etc. Se está adorando un espíritu de muerte y será una persona perseguida por espíritus tenebrosos y trágicos. En los hogares la presencia siniestra se sentirá, porque todos los espíritus malignos están en adoración constante de la cruz.

     La cruz es propiedad de Satanás. En las iglesias donde existen cruces tienen derecho legal los demonios, en cualquier lugar donde existen cruces, es territorio del enemigo, se pasean tranquilamente, él, es el gobernador de las iglesias, lugares de trabajo, hogares, centros de recuperación, hospitales, cementerios etc. Es la señal de la maldición, de la muerte.

     Si yo ando una cruz colgada, ando maldición. Ando adoración de muerte y espíritus de muerte alrededor, normalmente utilizados por los brujos y brujas. Cristo murió hecho maldición, lo hicieron maldición al calvarlo en la cruz maldita. En ningún momento se ha quitado la maldición que pesa sobre la cruz. Cruz es igual a maldición. Jesús, muere como hombre maldito en la cruz, al igual que todos los malhechores clavados en el lugar de la calavera o calvario, lugar de muerte en cruces, además los sacerdotes Judíos le decretaron una serie de maldiciones a Jesús, sobre sus alma y sus descendencia. Ese lugar es símbolo de muerte y maldición, junto con todos sus muertos y todo lo que allí existió. Todavía es anatema ese sitio. Satanás tiene derecho legal sobre el. El poder de Jesús, se manifiesta no en la crucifixión sino en su resurrección, por eso tenemos un Cristo resucitado, vivo, todopoderoso, vencedor de la maldición de la cruz y de la muerte.

     A Satanás le gusta ver a Jesús crucificado donde sea y posee espiritualmente esos lugares. La cruz es propiedad de Satán, por eso los brujos y satanistas, la utilizan y sacrifican personas y animales en ella con los nombres de las personas odiadas.

     La cruz es un objeto inmundo que no pertenece al Reino de los Cielos, pertenece a la oscuridad. “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” Gálatas 3:13.

     A ninguna persona sensata o cristiana le gustaría tener en su casa de recuerdo o de exhibición, la bicicleta, motocicleta o vehículo donde murió su ser querido o el arma con que lo mataron a se mató. A nadie le gustaría tener una fotografía en la sala de su casa donde salga su hijo desbaratado dentro de un carro. Así mismo a Dios no le agrada ver esa cruz, menos a su hijo Jesús calvado en ella, porque son recuerdos de la maldad de la humanidad, recuerdos tormentosos.

     A Jesús no le gusta ver esa maldita cruz en que fue clavado, con todo su sufrimiento físico y espiritual, por los pecados del mundo, haciendo la voluntad de Dios.

     Jesús es poder, con sólo dejarlo entrar en nuestro corazón, él, estará con nosotros, no atenderá invocaciones por medio de la cruz.

     En el Salmo dieciocho encontramos marcado el mundo espiritual de maldad, que se mueve con ligaduras de muerte, lazos de muerte y torrentes de perversidad, por lo que no podemos ignorar ese mundo espiritual de espíritus malignos invocados por brujos y brujas.

     La cruz es de Satanás y sus hijos la utilizan porque es efectiva en el mundo de las tinieblas. El Señor me reveló que de tantas obras de brujería para diferentes afecciones, en mi vida, me trabajaron para muerte, al ver que ninguna obra de brujería surtía efecto en contra mía, de mi matrimonio o del Ministerio, contrataron a un brujo indio poderoso y este hizo una tumba en el monte de donde él es, y enterró un esqueleto con tres murciélagos encima, dos muñecos lleno de alfileres, un rosario y una fotografía mía esto era para muerte y una cruz encima, una tumba real con tierra de cementerio, simbolizando mi muerte.

     El Señor mi Dios hizo explotar esta tumba con su poder en un culto de liberación en nuestro Ministerio. “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.” Salmo 18: 3-7