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miércoles, 2 de junio de 2010

Holocausto Judío (5 de 6). Dios se arrepintió del mal que había hecho a su pueblo judío y les previno que no se movieran de su tierra, pero no obedecieron. http://www.youtube.com/watch?v=b7kGTyavz84

     Dios se arrepintió del mal que le había hecho a los judíos por su misma desobediencia y abominación, lo tenían merecido y el mismo pueblo lo reconoce, pero Dios se compadeció de ellos y envía palabra a través del Profeta Jeremías, diciéndole al pueblo que no se mueva de Israel que allí los va a bendecir, pero no obedecieron,  tomaron rumbo a Egipto y otras naciones.
     Su misma desobediencia los alcanzó. El profeta Jeremías que lloraba por su pueblo amado se los advirtió. Pero no lo quisieron oir oyéndolo. Vinieron todos los oficiales de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, Jezanías hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,  y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),  para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer.
     Y el profeta Jeremías les dijo: He oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho, y todo lo que Jehová os respondiere, os enseñaré; no os reservaré palabra.
     Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros.  Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.
     Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías.  Y llamó a Johanán hijo de Carea y a todos los oficiales de la gente de guerra que con él estaban, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor;  y les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestros ruegos en su presencia:
     Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.  No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano;  y tendré de vosotros misericordia, y él tendrá misericordia de vosotros y os hará regresar a vuestra tierra.
     Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios, diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni padeceremos hambre, y allá moraremos;  ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá,  sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis.
     Todos los hombres que volvieren sus rostros para entrar en Egipto para morar allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.
     Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros cuando entrareis en Egipto; y seréis objeto de execración y de espanto, y de maldición y de afrenta; y no veréis más este lugar.
     Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No vayáis a Egipto; sabed ciertamente que os lo aviso hoy.
     ¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Pues vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios, y haznos saber todas las cosas que Jehová nuestro Dios dijere, y lo haremos.
     Y os lo he declarado hoy, y no habéis obedecido a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envió a vosotros.  Ahora, pues, sabed de cierto que a espada, de hambre y de pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para morar allí.  Jeremías 42: 1-22

sábado, 22 de mayo de 2010

La Guerra de los 6 Dias:Israel - 1 Parte http://www.youtube.com/watch?v=aTSfb3janG8

     En esta guerra de los seís días vemos la protección de Dios sobre Israel. Dios lo puede castigar por rebelde, pero no lo dejará a merced de sus enemigos sino es su voluntad divina. El hombre no podrá vencer a Israel. Necesita de Dios para vencerlo y ese Dios está del lado de los Judíos.

lunes, 17 de mayo de 2010

ISRAEL, UNA PROFECIA CUMPLIDA HACE 62 AÑOS. http://impreso.elnuevodiario.com.ni

A continuación dejamos este artículo periodístico sobre el aniversario del nacimiento del pueblo de israel, un 14 de mayo de 1948, publicado en el diario Nicaraguense: El Nuevo Diario.

Israel, una profecía cumplida hace 62 años

Edwin Sánchez

     Para los cristianos de Nicaragua, Israel es de un significado trascendental, que desde luego, no se puede discernir sólo con la mente natural, sino con el Espíritu de Dios. El mismo Jesús fue categórico, tanto que sus palabras no pueden ser objeto de interpretación, de legalismos o de tergiversación: la salvación viene de los judíos.
     Jesús, en su manifestación natural es un judío, razón que da fuerza y evidencia a sus palabras. De Israel proceden los profetas, de esa nación nos viene la Biblia. De ahí surgió el cristianismo, gracias al apóstol Pablo, a quien le debemos que el mensaje del evangelio se haya expandido a los confines de la Tierra, incluyendo a nuestro bendito país.
     El 14 de mayo de 1948 aconteció algo sin precedente en la historia de la humanidad. Un hecho que para muchos pudo pasar inadvertido, por ignorancia, incredulidad, secularismo, u alguna otra razón.

     Lo que sucedió en ese año, fue profetizado por Isaías 2 mil 710 años antes. Y cada una de las 39 palabras y sus cuatro preguntas claves, se cumplieron literalmente al pie de la letra. Y nadie puede luego decir que alguien fue a cambiar la Biblia, para acomodar un capítulo inusual en la historia de los hombres, al texto bíblico.

     Isaías 66:8 profetiza: “¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Es dado a luz un país en un solo día? ¿Nace una nación toda de una vez? Pues Sion apenas estuvo de parto, dio a luz a sus hijos”.
     Gracias a Dios, Nicaragua junto a Costa Rica, fueron de los primeros en el mundo en reconocer en las Naciones Unidas al naciente Estado de Israel. El hecho se produjo precisamente en la víspera del Shabat,el 14 de mayo de 1948, cuando en lo que nuevamente sería el Estado Judío, los miembros del Consejo del Pueblo, Representantes de la Comunidad Judía de Eretz Israel, declararon:

     El Estado de Israel permanecerá abierto a la inmigración judía y el crisol de las diásporas; promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; estará basado en los principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel; asegurará la completa igualdad de derechos políticos y sociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura; salvaguardará los Lugares Santos de todas las religiones; y será fiel a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

     La Palabra de Dios orienta a los cristianos que han reconocido a Jesús o Yeshúa como el único Sumo Pontífice --supremo puente--- entre Dios y los hombres, a orar por la paz de Jerusalén, para que haya paz entre sus muros. Y que sean prosperados los que le aman. (Salmo 122).

     El Altísimo que muda los tiempos, cambia las edades, quita y pone reyes, es el mismo que estableció esta ley inviolable, por mucho que la detesten algunos: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. (Génesis 12:3)

     La mente natural del hombre dirá que Israel es una conspiración de potencias como los Estados Unidos de América, pero ni ésta ni otra poderosa nación existían hace más de 25 siglos, y para entonces ya estaba el pueblo de Abraham, que sobrevivió a varios imperios como los de Egipto, Babilonia y de Roma. Ah, y de Persia, la actual Irán.

     A nuestro país no le convienen amistades peligrosas como la que el Presidente Daniel Ortega disfruta con Mahmud Ahmadinejad, quien ha dejado muy en claro lo que desea, y lucha con pasión por ello: la destrucción del Estado de Israel, una infame aspiración compartida con el presidente de Venezuela Hugo Chávez.

     Oremos para que las autoridades de Nicaragua reconsideren sus alianzas y definan sus relaciones al más alto nivel con Israel. Porque hoy el mandatario nicaragüense reincide en su pésimo error de los años 80 cuando alineó a nuestro país contra el Estado israelita. Entramos a ser parte de los que “maldicen a Israel”, y las evidencias aún hoy las padecemos en nuestra economía. El mandatario se ha expuesto a caer bajo la ira del Señor de los Ejércitos.

     Y recordemos que tras el reconocimiento de Nicaragua al Estado Judío, en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado, se produjo el repunte económico que nunca antes se vio en nuestra historia. Hoy estamos rezagados en 50 años con respecto a Costa Rica. Que el Señor Yahvé, en el nombre de Jesús, bendiga a Israel en su 62 aniversario.
El Nuevo Diario - Managua, Nicaragua - 17 de mayo de 2010