sábado, 21 de junio de 2014

¡Salid, demonios! (ARTICULO DE LA PRENSA)

¡Salid, demonios!


 
  • Vómitos, animales verdes y escamosos. Gritos, maldiciones y blasfemias. Oraciones e increpaciones. Exorcistas y endemoniados. Cruentas batallas de la Iglesia contra su más antiguo adversario: el diablo
Por: Elba Cristina Parrales

Las brujerías y hechizos son las causas principales por las que el demonio se manifiesta en una persona, así lo asegura el padre Sergio Hernández.
Fotos de La Prensa/E.Parrales/Archivo
Carlos Cruz grita con desesperación, se revuelca en el piso de tierra de su casa, ubicada en el barrio San José Oriental, en Managua. Un canal de televisión nacional transmite el momento en que se da golpes contra el piso y la pared, golpes que parecen no hacerle daño a su esquelético cuerpo, ni le deja moretones en su piel pálida. Su madre despavorida pide ayuda a los vecinos. Cruz, de 26 años, se comporta de una manera extraña.

Cruz —quien se dedicaba a la albañilería— se caracteriza por ser un joven educado, con hablar pausado y voz fina. Su mamá doña Agustina López, de 57 años, relató a los medios de comunicación que su hijo durante tres días se había convertido en otra persona, era vulgar, grosero, blasfemaba cada vez que veía imágenes religiosas y su voz era ronca.

Era tanta la desesperación y miedo que sentía doña Agustina cuando vio a su hijo revolcarse, que pidió ayuda por varios medios. Llamó a la ambulancia, a los canales de televisión nacional, a una radio, a un pastor evangélico y hasta un hechicero para que le ayudaran de alguna manera a controlar a su hijo que al parecer estaba poseído por otro ser.

Y así, en la primera semana de junio, los televidentes de toda Nicaragua pudieron ver cómo Cruz irrumpía con sus alaridos en la tranquilidad que predomina en este barrio. Su madre daba declaraciones a los periodistas. Sus vecinos agarraban al joven mientras un pastor evangélico oraba y en nombre de Dios le ordenaba al demonio que dejara el cuerpo de Cruz, que se fuera.

Cruz, o quien quiera que hablara desde su cuerpo, gritaba que lo dejaran. Escupía. Intentaba golpear al pastor, lo insultaba, amenazaba con matarlo. “¡Te voy a matar maldito! ¡Dejame!”, gritaba con una voz ronca. Al cabo de ciertas horas, el pastor dijo que Cruz ya no estaba poseído por el demonio.

Doña Agustina afirma que su hijo fue hechizado por su ex novia. Al parecer Cruz había terminado con su novia porque está enamorado de otra joven y ella, según doña Agustina, por venganza fue donde un brujo para hacerle un maleficio a al joven.

Una semana después, Carlos Cruz se fue del barrio. Doña Agustina le sugirió que fuera a vivir donde una hermana de ella en Jinotega. Ella también está dispuesta a irse. Quiere olvidar.

“Ese episodio ha traumatizado a mi único hijo. Además porque en el barrio muchos le empezaron a decir loco, demonio, satanás y eso mi hijo no lo iba a soportar”, explica doña Agustina quien se dedica a la limpieza en uno de los hospitales de la capital.

Cruz no ha vuelto a tener esos ataques desde que el pastor le hizo el exorcismo. Según cuenta su mamá, su hijo está buscando ayuda espiritual, yendo a oraciones y orando todos los días para evitar ser poseído por el demonio nuevamente.


Manual de exorcismo, una cruz, incienso y sal exorcizada son parte de los instrumentos que utiliza el padre Sergio Hernández para realizar la liberación de demonios.
¿Existe el demonio? ¿Es posible que puedan tomar el control de una persona?


Existen muchas personas que no creen que un demonio pueda controlar el cuerpo y comportamiento de una persona. Las personas que han tenido una experiencia demoníaca afirman que hay que vivir esa experiencia para creerla, porque se trata de algo sobrenatural.

Lo cierto es que las referencias de personas endemoniadas datan desde las primeras civilizaciones en el mundo. Muchas culturas y religiones tienen descripciones diversas de la posesión del demonio sobre una persona. En el caso de la religión católica, luego de estudiado el caso, habiendo consultado en lo posible a psiquiatras o psicólogos y con la aprobación del obispo local se procede a un exorcismo para la expulsión del o las entidades que tomaron el control del individuo.

Según explica el padre Sergio Hernández, exorcista oficial de Granada, los demonios pueden poseer personas para sus propios objetivos. Y entre las manifestaciones comunes, están la aversión que siente la persona hacia lo sagrado, enfermedades sin causa aparente, manifestaciones sobrenaturales, fuerza sobrehumana. Sentimientos de ira, odio o rencor.

El padre explica que las personas están fuertemente influenciadas por las perturbaciones, tentaciones y obsesiones por lo que es más fácil que una persona se vea afectada. En forma temeraria y a veces ignorantemente, dice el sacerdote, aceptan la presencia demoníaca en su vida a través de distintas prácticas como los rituales de brujería, o bien son víctimas de hechizos, desde el seno materno o a través de juegos como la güija o ouija (tablero usado en espiritismo que tiene las letras del alfabeto alrededor donde se desliza un vaso u otro objeto que va señalando cada letra para transmitir un mensaje del más allá).

El padre Hernández desde 1976, mientras estudiaba en el Seminario para ser sacerdote en México, era parte de un grupo liberador de demonios. Se documentó y aprendió el ritual de liberación. Tiempo después se especializó en exorcismos y ahora ya es exorcista oficial ante la Iglesia católica.

El exorcismo —explica— son las oraciones que hace la Iglesia para liberar a las personas que han caído bajo el influjo de la acción diabólica. La oración del exorcismo corresponde a un discernimiento llevado a cabo con un ritual. “Los demonios tienen sus propios límites, que son puestos por Dios. Un demonio no puede tomar control de una persona sin el consentimiento de Dios, que lo hace para un mayor bien de la persona”, afirma el padre.

No existe una cifra de cuántos exorcismos se han realizado en Nicaragua. El padre Hernández tampoco lleva contabilizado cuántas liberaciones ha hecho desde 1976. Pero cuenta que la semana pasada, por ejemplo, recibió siete casos.

“Siempre hay un cierto temor cuando se libera un demonio. Experimento angustias, sobre todo cuando veo la violencia en los ojos del poseso, es una mirada espantosa, llena de odio. Pero a la vez siento compasión por la persona, y es lindo ver cómo el demonio poco a poco va perdiendo fuerzas. Me satisface ser un instrumento de Dios para hacer las liberaciones”, afirma el padre Hernández. El sacerdote tiene el pelo blanco y una sonrisa cándida que denota sencillez.

¿Poseído o alteración mental? El padre Hernández, quien además es psicólogo, trabaja de la mano con psiquiatras porque, según cuenta, la Iglesia sugiere que los exorcistas deben desconfiar de una intervención diabólica. “Se hace un estudio del tipo de vida de la persona, se deriva a éste al psiquiatra para que descarte un proceso histérico o algún trastorno mental. Aunque a veces de primer momento se sabe cuándo una persona está posesa”, explica.

Desde el punto de vista científico, el siquiatra Nelson García Lanzas afirma que hay personas que pueden tener rasgos de personalidad que se orientan hacia lo supersticioso y que alimentan las ideas relacionadas al esoterismo, magia, brujería y satanismo.

“Existen además trastornos mentales de ideas delirantes paranoides, esquizofrenia, también trastornos bipolares. Una persona con estas patologías es más susceptible a darle vida a ideas satánicas que las desarrollan y las viven”, explica García.

Tanto el padre Hernández como el psiquiatra García no descartan que existen personas que practican satanismo o hechicerías y que se aprovechan de personas susceptibles a creer en el espiritismo. “La mente es poderosa. Si lo creo lo veo, si lo veo lo vivo, si lo vivo lo siento y es real”, afirma García.


Doña Luvy Obando y doña Ernestina Córdoba son parte del grupo de liberación que apoyan al padre Sergio Hernández al momento de hacer exorcismos.
Según la experiencia del doctor García, son frecuentes las visitas a su consultorio de personas que afirman estar poseídas por algún demonio. “La mayoría de pacientes que he atendido han respondido bien al tratamiento anticicótico, pero debo afirmar que hay casos donde el problema es meramente espiritual, en ese caso recurrimos a los sacerdotes. Yo trabajo la patología y ellos la parte de la fe. Perfectamente un trastorno mental puede originarse en un conflicto espiritual interno que luego cae en la patología.
La ciencia —explica García— no niega la fe sino que le da validez para que a través de la fe puedan ser también manejado los casos.

Los exorcismos pueden durar minutos, horas, días o años y ser llevados a cabo en varias sesiones. El padre Hernández cuenta que a veces hace oraciones de liberación sin ayuda de nadie, pero cuando la posesión es total requiere de ayudantes. Éste es el grupo de liberación que lo ha ayudado por tres años, desde que se oficializó como exorcista de Granada en la iglesia La Merced.

Doña Ernestina Córdoba, de 56 años, es una de las colaboradoras con el grupo de liberación. Explica que para poder apoyar a la liberación del demonio es preciso estar en paz y vivir en eucaristía.

“Cuando uno vive en paz con Dios, Él le va dando carisma al trabajo que realizamos, yo me aferro en la fe, y es por eso que no temo ante las manifestaciones del demonio en algunas personas. Yo siento la presencia pero no temo... cuando el demonio se está manifestando en el lugar donde estamos, ya sea un cuarto o una sala, cambia la temperatura”, cuenta doña Ernestina. Asimismo explica que de nada sirve el exorcismo si la persona no ayuda y si le deja “las puertas abiertas” para que entre nuevamente el demonio.

Doña Ernestina, quien es originaria de Granada y madre de tres hijos, considera que es necesario que las personas sean liberadas de las posesiones del demonio porque si no, al morir, se van al infierno y en vida, viven con perturbaciones, miedos y depresiones.

Doña Luvy Obando de Barberena, tiene 52 años, también forma parte del grupo de liberación en apoyo al padre Hernández. Ella tiene un don especial, el don de la visión. Hace aproximadamente tres años, doña Luvy, quien siempre ha participado en actividades religiosas, sobre todo con la oración al Santísimo, tuvo una experiencia con un joven que tenía manifestaciones típicas de un endemoniado. Cuenta que lo arrodilló delante del altar de una iglesia e imploró al demonio que en nombre de Dios dejara a esa persona. “En ese momento vi a un animal espantoso que salió. Pude verlo porque Dios me dio el don de visión.

A este mismo joven le hicieron dos exorcismos más. Luego que doña Luvy lo arrodillara ante el altar, lo presentaron con el padre Hernández quien procedió a hacerle otra liberación. “En esta ocasión, sentamos al muchacho en una silla, pero yo no lo veía a él, sino a un animal grande, verde, escamoso, que se quejaba y gemía. Rezamos el rosario y vi cómo ese animal se alejaba de la habitación. Mientras tanto, la barriga se le estiraba y se movía con una fuerza sobrehumana”.


A inicios de Junio, Carlos Cruz, quien habitaba en el barrio San José Oriental, quebró el lavadero de su casa a patadas, se creía que estaba poseído por un demonio.
Doña Luvy cuenta que al inicio, cuando tenía las visiones, sentía temor, igual que cuando presenciaba los exorcismos. Afirma que, a pesar de ese temor, es gratificante cuando la persona es liberada.
“Es horrible ver a una persona poseída, descontrolada. Pero también es impresionante, increíble. Las personas se retuercen, la forma de la cara les cambia, tienen una sonrisa sarcástica, el estómago se les infla tal como si estuvieran embarazadas, gimen, gritan, patalean y al final, vomitan una sustancia espumosa”, cuenta doña Luvy.

En el momento del exorcismo, el grupo de oración ora, reza el rosario, unos sostienen a la persona posesa, mientras el padre con la cruz en una mano y en la otra el libro del ritual, repite asiduamente las oraciones de liberación. Utiliza además, el incienso y la sal exorcizados.

Hace dos años, Ramona Vindell tenía 19 años, cursaba el quinto año de secundaria en una escuela pública en el barrio San Judas. Jugaba desmoche ( juego de cartas) con sus amigas de la escuela. Eran las siete de la noche y una de sus amigas les propuso hacer un juego diabólico con las cartas.

Impregnadas de curiosidad lo hicieron. El juego consistía en hacerle preguntas al diablo y éste les contestaría con un sí o con un no. Si la carta salía corazón, la respuesta era positiva. Si la carta salía con el signo del vasto, la respuesta era negativa.

Esa noche no hubo ninguna manifestación. Días después compraron la güija en el Mercado Oriental.

Dice que no recuerda las preguntas que hacían. Pero eran preguntas “inocentes”, sólo recuerda haber pedido al diablo que se manifestara para ver si era cierto que el juego funcionaba.

Tres días después Vindell, estudiante de técnico en contabilidad, empezó a vivir un calvario. Creía que se estaba volviendo loca. Veía sombras que pasaban detrás de ella. Escuchaba voces, susurros sin llegar a entender lo que le decían. Salía al patio de su casa y sentía escalofríos. Al inicio no asoció esas manifestaciones con haber jugado la güija. Pero sentía miedo y no quería comentarle a sus padres por temor a que la regañaran.

Al cabo de una semana estaba más asustada. Se despertaba por pesadillas. Empezó a sentir extraño su cuerpo. Tenía ganas de gritar, patalear y se enojaba fácilmente. Decidió comentarle a sus padres porque veía las sombras cada vez más seguido. Su mamá decidió llevarla a la Iglesia bautista donde asiste en ese barrio. Le contó al pastor y éste decidió atender el caso de Vindell.


“Cuando el pastor de la Iglesia donde asiste mi mamá empezó a orar, sentí cómo el cuerpo me temblaba. Intentaba controlarme pero no podía. El pastor leía la Biblia y gritaba: ‘sal demonio, te ordeno en el nombre del Señor’. Empecé a llorar y a gritar, pero sentía que no era yo. Fue muy extraño”, cuenta Ramona con ojos asustados y vidriosos. Está a punto de llorar.
Desde entonces Ramona afirma haberle cerrado las puertas al demonio, por eso asiste todos los días a misa. Luego de esta experiencia asiste a la Iglesia y su comportamiento es mejor. Sus dos amigas, con las que jugó la güija no le creen que el demonio se haya manifestado, pero prefirieron botar el juego, por todo y todo”.

Según el padre Hernández ése es el propósito de Dios cuando permite que el demonio tome el control de una persona, “para que cambie de vida y se acerque a la religión”. Sostiene que el exorcismo es algo positivo, es la liberación de muchos males emocionales y físicos.

Cuenta doña Agustina que su hijo Carlos no recuerda mucho de lo sucedido. Se asombra cada vez que ve las imágenes que los vecinos grabaron del noticiero que lo televisó, mientras él se revolcaba en el piso y el pastor oraba. Desde ese día Carlos no deja de agradecerle a Dios por haberlo salvado del demonio.

ANTECEDENTES


Las referencias más antiguas de personas endemoniadas datan desde la época de los sumerios, quienes creían que todas las enfermedades del cuerpo y de la mente eran causadas por demonios.

Durante la edad media cientos de gatos, cabras y otros animales fueron sacrificados debido a la creencia que se encarnaban o estaban poseídos por un demonio.

En 1977 en Enfield, Londres, Janet y Pete Harper entraban en una especie de trance, con voz áspera y masculina, con lenguaje soez y obsceno aseguraban ser un hombre que había muerto en la casa donde vivían. El caso nunca se resolvió.

El caso de Emily Rose, ha sido el más famoso de exorcismos en la historia, tanto que se llevó al cine. La película está inspirada en la historia verídica de Anneliese Michel, una joven alemana que se creyó que fue poseída por seis o más demonios. Falleció en 1976.

Ver en la versión impresa las paginas: 14, 15, 16, 17

2 comentarios:

  1. Buenos días, necesito ayuda.
    El caso está así, he tenido una muy mala racha de acotecimientos, me iban a operar por segunda vez en el mes (las dos son por causas totalmente diferentes), mi novio me ha engañado (terminamos), casi me expulsan de la escuela, perdí muchos amigos.
    Mi abuelo me ha soñado, dentro de ese sueño aparece una serpiente siguiéndome.
    He tenido dos sueños recientes donde aparecen demonios y cosas por el estilo, en el último aparece baphomet hablándome,diciéndome que no tiene casi creer que soy de Dios ya que le pertenezco y además me dice que está vigilandome, no desperté ni agitada ni con miedo inmediatamente, pero estoy desesperada.
    Quisiera saber a que se debe eso, será paranoia? O brujería? O quizá algo más?
    Espero su respuesta, gracias.

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    Respuestas
    1. Dios la bendiga. Necesita congregarse en una iglesia cristiana de poder y pedir liberación de brujería y espíritu de Esquizofrenia. Estaremos orando por usted. Bendiciones

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Dios te bendiga desde el momento que te atreves a hacer tu comentario, que la paz de Jesús entre a tu vida y te llene de gozo, fe y esperanza por lo que elegiste decir. Bendiciones por cada una de tus buenas intenciones para hacer crecer este Ministerio laico del poderoso Jesús.Ten fe y recibirás tus milagros estamos en oración permanente por cada persona que accesa al blog
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