6 de marzo de 2010 | 18:07:00
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De escritor a exorcista
Tras 20 años de convivir con sus demonios internos y sacar de la cárcel a no pocos “malignos”, el escritor y abogado Danilo Guido Chévez hizo a un lado la pluma, las leyes y sus códigos, y se convirtió en un exorcista, porque nadie como él conoce mejor los rostros de Mefistófeles
Por Ernesto García | Sucesos
Los 20 años que el abogado Danilo Guido Chévez bregó en los pasillos judiciales litigando, probablemente le dieron suficiente dinero para no pasar sobresaltos económicos en su vida, pero no la satisfacción que siente ahora cuando predica la palabra y expulsa espíritus malignos en el nombre de Dios.
Guido, quien en medio de sus ocupaciones abogadiles también escribió poesía erótica y sensual, ahora convirtió su bufete jurídico en el templo del “Ministerio misionero de Profecía y Liberación, Sanidad y Consejería Espiritual”.
A diferencia de la mayoría de los profesionales del Derecho que mientras más casos tienen, mejor, porque ganan más dinero, para Guido lo menos importante es el número, porque prefiere dedicar su tiempo a labores pastorales.
“Cuando me viene un caso, primero consulto con el Señor – Dios- y si él me da permiso, lo llevó, pero si él me dice que en ese caso hay contaminación, no lo llevo”, afirmó Guido.
Asegura que los únicos casos donde ni siquiera consulta con el Señor, porque de antemano sabe que hay “contaminación”, son los juicios de divorcios.
Los divorcios contaminan el alma
“Cuando yo comencé a caminar en los senderos de Dios tuve que devolver dinero de varios juicios de divorcios, donde cobraba hasta 500 dólares por cada uno”, recordó el pastor Guido.
El abogado señala que los juicios de divorcio están contaminados, porque muchas veces el hombre o la mujer promueven la separación para encubrir su infidelidad.
¿Pero si le viene un caso por tráfico de drogas, un crimen o una violación, que son hechos repudiados por la sociedad, usted los acepta?, preguntamos al abogado Guido, quien sin titubear respondió: “Si mi Señor me dice que esa persona es inocente, yo lo tomo, pero si él me dice que hay contaminación le digo que no lo puedo llevar”.
A reglón seguido el abogado explica que si al consultar al Señor, él le revela que la persona que ha buscado sus servicios está siendo acusada de manera injusta, él acepta llevar el juicio.
“Cómo siempre estoy preparado espiritualmente para la revelación del Señor, saber si tomó o no un caso me lleva tres o cinco minutos”, explicó el pastor y abogado.
Expulsa malos espíritus
Para una de las principales obras que hace el pastor Danilo Guido Chévez ahora es exorcizar o expulsar espíritus malignos “para la honra y gloria del Señor, porque nosotros sólo somos instrumentos de él”.
Aunque podría creerse que para cada sesión de exorcismo o expulsión de espíritus malos se necesita entrenamiento espiritual, el pastor Guido no necesita de preparación alguna.
“Nosotros no necesitamos hacer nada especial, porque nos mantenemos en ayuno permanente y en oración diaria, porque sólo somos instrumentos del Señor”, explica el religioso.
Para que la expulsión o exorcismo tenga los resultados deseados es necesario que la persona a quien se le va a practicar se arrepienta de sus pecados y acepte a Jesucristo como su único salvador, subrayó Guido.
Apoyándose en su experiencia, Guido dijo que existen dos tipos de brujerías a las que identifica como “brujería mediocre” y otra a la que llama “brujería alta”.
Tipos de brujerías
La brujería mediocre consiste en “amarres” como fotografías con alfileres, rezos malignos como la llamada “oración del puro”, o bien entierros que hacen para mantener atada a su pareja, explicó el pastor.
La llamada “brujería alta” se manifiesta en la persona cuando una fuerza sobrenatural lo empuja a realizar acciones contra su voluntad y la de Dios, explicó el entrevistado.
“La persona que están poseída por una fuerza maligna oye voces diabólicas y cuando el espíritu malo está siendo expulsado siente un olor pestilente”, explicó el exorcista.
Uno de los casos más difíciles de exorcismo que recuerda el pastor Guido es el practicado a una joven en el barrio La Puebla, Rivas, la que había sido objeto de una “brujería alta”, en represalia porque su padre presuntamente practicaba la brujería.
“En el caso de La Puebla fueron varias las sesiones que debieron hacerse para expulsar los espíritu malignos que estaban posesionados de ella”, subrayó el pastor Guido.
Satanismo
Para que los malos espíritus no vuelvan a tomar control de uno, es importante mantenerse en la gracia de Dios, reconociendo que es nuestro único Salvador, explica.
“Los casos de satanismos como el atendido en el barrio La Puebla, son agotadores, pero con la gracia de Dios se logra salir adelante”, resaltó el pastor.
Guido y su esposa Ana María Alguera también realizan otras tareas pastorales en los días de semana, como servicios de consejería espiritual a hombres y mujeres que se recuperan de problemas de adicción al alcohol y las drogas en distintos centro de rehabilitación.
Ante la pregunta obligada de cómo sobrevivir en medio de la agobiante crisis económica sin ejercer la abogacía, que fue su principal fuente de ingreso económico, Guido responde: “nunca faltan las bendiciones”.
“Con los pocos trabajos que tengo, principalmente de notariado – es decir haciendo escrituras- salimos bien económicamente, porque además siempre he sabido cobrar bien mis casos”, puntualizó el entrevistado.
“Antes que vinieras, unos hermanos nos trajeron estas bendiciones”, dijo el pastor mostrando unos víveres, sin dejar de aclarar que la ayuda recibida no necesariamente estaba siendo solicitada por él y su esposa.
Conversión
Al referirse a su conversión, Danilo Guido dijo que todo comenzó con una revelación que Dios le hizo a su esposa a través del pastor Freddy Sotelo, quien la ungió como discípula.
En la revelación acontecida hace 10 años, a la esposa de Guido se le apareció una imagen donde él estaba dentro de un túnel camino al infierno.
Para Guido Chévez la revelación divina fue un “bautizo de fuego” que cambió su vida y lo hizo alejarse del camino de la inmundicia, de la lujuria y la perversidad.
Virtualmente, retirado de la actividad profesional, Guido recuerda que muchas veces el dinero que se ganaba en los juicios lo dilapidaba fornicando.
Motelero
“Muchas veces iba hasta tres veces al día a un motel con distintas damas, pero siempre sentía un vacío, porque estaba claro de que esas mujeres sólo me utilizaban”, manifestó Guido.
Según el pastor, cada vez que saludaba a una colega abogada o secretaria de los despachos judiciales lo hacía con mala intención, porque siempre había “coqueteo”.
La situación de promiscuidad lo llevó muchas veces a tener relaciones sexuales hasta con las esposas de los reos que eran sus clientes, lo que le valió más de una amenaza de muerte.
“Hubo varios casos donde tuve algo que ver (relación sexual) con varias damas de una misma familia, como madre e hijas o hermanas”, confesó Guido.
Este ambiente de promiscuidad empujó al entrevistado a vivir situaciones difíciles que pusieron en riesgo la vida de su esposa, porque por vengarse de él intentaron secuestrarla y hasta matarla.
La fornicació casi lo lleva a la muerte
“En una ocasión una mujer nos estuvo esperando frente a mi casa y en la esquina estaban otros matones”, relató Guido, quien ahora les llama “anatemas” a las mujeres que tuvieron aventuras con él.
Anatema significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal equivale al de maldición en el sentido de condena o ser apartado, separado cortado o amputado como miembro de una comunidad de creyentes.
Guido ahora considera como maldición para su vida a las damas que alguna vez fueron sus aventuras.
Basándose en el principio bíblico de que la verdad debe salir a luz, ha confesado y señalado a su esposa a esas mujeres, entre las cuales se cuentan damas de todos los estratos sociales, desde profesionales hasta “pedreras”, es decir consumidoras de la droga conocida como crack.
Este hombre, quien ahora se entrega en cuerpo y alma a las cosas de Dios desde el laical “Ministerio misionero de Profecía y Liberación, Sanidad y Consejería Espiritual”, incluso perdió su relación con los otros miembros de su familia porque ahora él y su esposa son vistos como “locos”