Voces
Halloween te lleva a la muerte
El mes de octubre de cada año es propicio para que las tiendas y centros comerciales estén rodeados de calaveras, vampiros y máscaras tenebrosas. En ellas, los clientes cuentan con una variedad de artículos alusivos a satanás.
Todo esto indica que Halloween está cerca. Esta festividad se ha popularizado en todas partes del mundo, y muchas familias nicaragüenses, como buenas “fiesteras”, han hecho suya esta fiesta.
Este festejo, que para muchos es una simple excusa para divertirse, tiene sus orígenes en los ritos que realizaban las tribus europeas llamadas celtas, a través de sus sacerdotes Druidas. Por la gran cantidad de dioses, las creencias religiosas celtas se denominan politeístas, y dentro de sus “divinidades” se encuentra Samán, dios de los muertos.
En estas festividades, que tiempo después se trasladaron a Roma, se invocaban espíritus malignos y se tenía la seguridad que los fantasmas y duendes se apoderaban del lugar donde eran invocados; de manera que también se practicaba el ocultismo, y el paganismo celtas.
Como era de imaginar, Halloween llega a América a mediados del siglo XVIII traído por los irlandeses. En un primer momento, esta celebración enfrenta un fuerte rechazo, pero esto se supera con la llegada, en el siglo XIX, de una oleada de inmigrantes de origen céltico; de modo que Halloween se convierte en una noche de misterio, brujas, fantasmas, duendes, que la mayoría de jóvenes toma con ingenuidad, sin tomar en cuenta la carga espiritual que conlleva involucrarse en esta celebración que invoca al maligno.
“Si hay médium o espiritista entre ellos, hombre o mujer, ciertamente han de morir; serán apedreados; su culpa de sangre sea sobre ellos”. Levítico 20:27. En la actualidad somos testigos de cómo muchos padres de familia tienen un actuar erróneo, al promover cada 31 de octubre que sus hijos sean parte de una celebración que invoque fuerzas del mal, cuando el Señor de los cielos y la tierra, nos dice claramente en su palabra que debemos rechazar rotundamente las provocaciones satánicas, y esta fiesta tiene esas características.
Padres y madres de familia no permitan que sus hijos se vistan este mes de octubre de vampiros, brujas, momias o fantasmas, pues esta celebración no es solamente un simple disfraz; sus raíces se encuentran en un rito dirigido al maligno que, hoy, quiere vestirse de ingenuidad, pero realmente está llevando a la juventud a la muerte espiritual, donde el ocultismo no les permite darse cuenta que Jesús está vivo.
Es nuestra misión, desde la organización cristiana Jesús Está Vivo, advertir del peligro que corren nuestros hijos al asumir prácticas que trastocarán sus almas sin que ellos se enteren.
Tenemos un ministerio de orientación a las familias nicaragüenses, pues Jesús está Vivo, y nosotros Estamos en Campaña porque hay almas que salvar.
El autor es presidente de la Asociación Cristiana Jesús Está Vivo