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CAPITULO XXV
AREAS DEL CUERPO HUMANO BAJO BRUJERIA (HEMORROIDES ETC.)
Las personas malas, suelen conocer las afecciones de quien es objeto de brujería, Presión alta, presión baja, Cáncer, diabetes, artritis, reumatismo, insomnio, hemorroides o sangrado del tubo digestivo bajo, sangrado del tubo digestivo alto o estómago o úlceras, dolores de cabeza, debilidades de los dientes etc. Y se lo dan a conocer al brujo, quien empieza a trabajar sobre estas áreas débiles de las personas. De lo contrario trabaja desde la cabeza a los pies, sobre la víctima que será objeto del mal.
Yo estuve a punto de morir desangrado por el tubo digestivo bajo, antes de conocer a Cristo, el nivel de hemoglobina bajó a seis. Dios no permitió esta muerte, pero pude ver de cerca en ese entonces la maldad que gobernaba a mis hijos, pensando en herencia.
Cuando conocí a Jesús, por estar pasando mi matrimonio bajo fuerte brujería, un lunes por la tarde, después de haber ministrado la palabra de Dios, en un centro de rehabilitación para adictos, habiéndose manifestado el Espíritu Santo, en la liberación de algunos recuperantes, los dardos del enemigo combinado con la publicación reciente de un libro de liberación y la alta brujería, resintieron mi tubo digestivo bajo y se me inflamaron las venas, causándome ardor y dolor, incluso estando acostado.
Quienes padecen o han padecido esta enfermedad saben lo doloroso, penoso e incomodo que es debido al sangrado frecuente. No pude dormir por la noche, hasta que Dios, me dio paz en la madrugada quitándome el dolor, me dormí confiado de mi sanidad. “Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.” Salmo 3: 5
Al siguiente día por la mañana cuando fui al inodoro, empecé a sangrar más que aquella vez, cuando andaba en el mundo. Me puse a cuentas con el Señor, pero me dijo:
-Nos falta mucho por recorrer, Yo te doy sanidad y detengo ese sangrado.
Quienes han tenido hemorroides o tienen, saben las dificultades, dolores, vergüenzas e incomodidades que se pasan con los abundantes sangrados.
Esa mañana Jesús, me dio sanidad de nuevo. Yo le preguntaba al Señor, porqué estaba sangrando si ya me había sanado, incluso lo había testimoniado. Él me reveló la necesidad de conocer el mal para descubrirlo.
Las personas haciéndome brujería o pagando para verme muerto, sabían que yo había tenido ese problema antes y casi muero. Se lo comunicaron al brujo y este tenía tiempo de estar trabajando en sangrado de hemorroides, específicamente para mi muerte. El sangrado llega a provocar shock y paro cardíaco.
Para ese fin me siguió revelando el Señor, utilizaron patos, conejos, gatos y perros. Haciendo morir, a los animales desangrados, con ritos de brujería. No lo lograron porque les pude descubrir esto.
Jehová selló las fisuras y me sanó nuevamente de hemorroides. Un excelente médico cubano, que había conocido mi situación me diagnosticó que al final de todo tipo de tratamiento médico, obligatoriamente: cirugía y él se ofreció a operarme, inmediatamente sin ningún costo. Yo cancelo en el nombre de Jesús ese decreto legal de ese médico. Yo tengo un médico en el cielo que siempre anda conmigo, a quien yo le pedí fuera el sanándome. Me sanó mi Jesús de Nazareth.
Después de mostrarme esto, el brujo siguió matando animales pero su efecto ya estaba descubierto y cancelado en el nombre de Jesús. Pero Dios me dijo:
-Tienes que creer, declarar y pelear tu sanidad. Yo te la di, no te la dejes arrebatar, no te dejes engañar por el enemigo.
La brujería va trabajando las partes débiles de las personas, por contar sus enfermedades, los malos se aprovechan, causando daños a través de esas sintomatologías. Las causas de muerte serán diagnosticadas clínicamente.
Hubo un caso en Brazil, de una joven reina de belleza, le cortaron manos y piernas producto de una infección en los riñones. Después murió. Este caso fue alta brujería, por envidia, me reveló Jehová. Los pormenores del caso médico se hicieron público a nivel mundial. La persona espiritual y sobre todo con don de descubrir brujería, después de leer las noticias acerca de la Joven sabrá los motivos de su muerte y su paradero.
Padre Celestial en el nombre de Jesús te pido perdón por mis pecados y acepto a Jesús como mi sanador y mi libertador, cancelo todo decreto médico de hemorroides incurable, de sangrado, en el nombre de Jesús, deshago toda obra de brujería que se trabaje en mi contra para ataques de hemorroides, me declaro una persona sana en el nombre de Jesús de Nazareth y quebranto toda maldición de hemorroides y de sangrado sobre mí, todo en el nombre de Jesucristo, tu hijo amado.
